viernes, 30 de octubre de 2009

Tragaleches

Tenemos pensado un nuevo spot para una reconocida empresa láctea.
Simple. Despojado de cualquier artificio. Poco nos importa que la cuenta acepte o no nuestra idea, nosotros la haremos aviso tomando por asalto las emisiones radiotelevisivas.
Ya sé que hay que vender. ¿Pero qué es lo que realmente se vende con ese producto? Dicho con propiedad son heces, dicho con toda la crudeza que mi bastarda lengua me permite, es mierda. Lisa y llanamente una enorme y generalizada deyección, continua y de tipo sifonazo. Sí señor.
Y en ese sentido el producto final no es ni más ni menos que crear una generación de cagones y cagadores, una generación M, marrón.
Basta de eufemismos y sobreentendidos.
La imagen nos permite ver y escuchar a dos bellas señoritas en un banco de plaza, la morocha mira interrogativamente a la rubia:
__¿Qué te pasa?, estás como... a punto de explotar
__Tengo un amigo del interior que no se quiere ir...
__Y... llamá a la policía, o sino contratate un patovica y listo.
__¿Vos sos boba o estás practicando para dar cátedra?
__No... --dice la muchacha con una mirada entre ingenua y mal intencionada-- de onda te lo digo.
__Linda... necesito cagar ¿me explico o te lo digo en código morse?
__Ayer no parecía eso, rocíaste de Sarín toda la casa y no hubo máscara de gas que resista. Por eso te recomiendo Gargamel y chau problemas de mierda. Porque no hay placer más exquisito que cagar bien despacito ni placer más delicado que después de haber cagado: Gargamel de Bardal.
Placa del producto con locutor idiotamente alegre: "Gargamel, y luz verde para el marrón"
Y listo. Tenemos un ícono póstumo de la publicidad argentina. Millones de ventas, creación de productos secundarios como pueden ser pantalones con ventanas y productos de limpieza para aquellos que garcan en cualquier lugar y momento sin importar nada. Porque la imagen no es nada y si bien hay gente que coje al trote hay otra que te defeca al galope sin necesidad de pañales.
Otra opción sería:
Mamá con la nariz de payaso resfriada y molesta.
__¿Qué te pasa mi amor, te noto rara por qué no seguís tomando A?
__Por que empecé a tomar merca. ¿Qué? ¿Te vas a poner la gorra?
__Amor, volvé a tomar A, nosotros te queremos ver bien.
__Está todo bien ¿Qué mirás, te debo, gil?
Luego vemos a la mujer afanándose unas cosas de la casa para conseguir un papel que resulta tener yogur A. Happy end: Mamá pegándose un sartenazo mientras los niños juegan en el patio.
Copyrigth 2009

viernes, 16 de octubre de 2009

Filósofo del Yoga

Este versito lo leí allá por el año 90 en el Clarín, creo que era de un tal Jorge García y está tudo bem, tudo legal. Si alguien lo ubica al verso o a su creador paseme data. Chi vediamo...

Porque estoy todo el día en la catrera panza arriba,

mirando el cielorraso y le meto al mate y a los fasos

balconeando la davi a mi manera.

Porque no me caliento dedeveras

aunque el mundo se rompa a castañazos

y semanas enteras me las paso

meditando bajo la higuera.

Me gritás como una chiva descarriada:

Que por vago que soy estás cansada

de andar cinchando al cuete de la soga,

sin manyar el enorme sacrificio

que hago yo pa' seguir el noble oficio

de los grandes filósofos del yoga.